Jardín Botánico Verde Nativo Puerto Octay

Jardín Botánico Verde Nativo Puerto Octay

El Jardín Botánico: un recorrido por la diversidad viva

Visitar este jardín es entrar en un archivo viviente de historia natural. Cada sendero, cada colección y cada invernadero revelan el propósito con el que nació este espacio: ser un refugio para la biodiversidad y un lugar de aprendizaje para todos.

Fue creado por Anton Ilijic, un apasionado defensor de la conservación y del paisajismo nacional, quien imaginó un jardín que no solo mostrara plantas, sino historias, ecosistemas completos y los lazos invisibles entre las especies. Su visión sigue guiando el trabajo actual del jardín, que continúa ampliándose como un centro educativo, científico y cultural.

Colecciones que resguardan el patrimonio vivo

El jardín es rico en colecciones botánicas que incluyen especies amenazadas como el Ruil, el Queule o la Araucaria, además de familias botánicas emblemáticas como Nothofagus, Mirtáceas, Berberis y Azara. Verde Nativo, una de las áreas más valoradas, reúne especies que representan la identidad vegetal de Chile, convirtiéndose en un punto clave para la educación ambiental.

También cuentan con colecciones pensadas para polinizadores, diseñadas para atraer abejas, mariposas y otras especies que cumplen un papel esencial en la salud de los ecosistemas. Estos espacios refuerzan el compromiso del jardín con el equilibrio ecológico y la restauración de hábitats que hoy enfrentan amenazas crecientes.

La flora chilena en toda su diversidad

El jardín ha dedicado múltiples zonas a destacar la riqueza única de la flora chilena. El recorrido permite observar formaciones de matorral esclerófilo, especies altoandinas, vegetación costera y bosque templado, cada una presentada de manera que respeta su contexto ecológico.

Aquí es posible encontrar especies endémicas, muchas de ellas en estado vulnerable o difícil de ver en su hábitat natural, lo que convierte al jardín en un espacio fundamental para la conservación y la educación.

La rareza de Juan Fernández

Una de las colecciones más especiales es la dedicada a la flora del Archipiélago Juan Fernández, un hotspot mundial de biodiversidad. Este sector reúne especies que solo existen allí: arbustos, helechos y árboles que evolucionaron aislados durante millones de años. Su presencia en el jardín permite comprender la importancia de preservar estos ecosistemas únicos y visibiliza los esfuerzos de conservación que buscan evitar su pérdida.

El Jardín Botánico Verde Nativo no es solo un lugar para admirar plantas: es una invitación a reconectar con la naturaleza, a comprender la fragilidad de nuestros ecosistemas y a valorar la riqueza que nos rodea. Cada visita aporta al proyecto de conservación que Anton inició y que hoy sigue creciendo gracias al compromiso de un equipo dedicado y de quienes recorren sus senderos con curiosidad y respeto.

Ya sea para descubrir especies únicas, inspirarse con el paisaje o simplemente disfrutar de un momento de calma, el jardín ofrece una experiencia que permanece incluso después de salir de él. Volver siempre vale la pena: la naturaleza cambia, florece, se renueva… y el jardín también.

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